Los juegos interactivos combinan actividades físicas, actividades intelectuales y tecnología.
Diseñados para una generación conectada, estos juegos combinan sonido, luz y acción. Los estímulos visuales y sonoros apelan a las funciones cognitivas de los niños, que deben poner a prueba su memoria, su capacidad de reconocimiento, su rapidez y su reactividad.
El planteamiento de desafíos permite también a los pequeños a desarrollar su espíritu de equipo, de cooperación y de cohesión.