La temática Metrópolis transporta a los pequeños a un universo retrofuturista en toda una oda a los mundos imaginarios de Julio Verne.
Las estructuras de juego, en este caso, son curiosas máquinas voladoras o submarinos. Todas ellas están repletas de elementos de decoración originales que sirven como soportes de aprendizaje y de experimentación.
Los colores cobre y negro, generalmente asociados a las estructuras de metal y acero inoxidable, refuerzan esta ambientación anacrónica que abre de par en par las puertas de la imaginación.